Aviso: Este escenario busca explorar las posibilidades narrativas de Warhammer y evitar la clásica batalla campal en las que los dos jugadores despliegan sus 1.500 o 2.000 puntos de tropas básicas, especiales y singulares, se pegan y se van a sus casas. Esto no tiene ninguna ambición de competitividad ni de prueba de listas, es puramente narrativo.
La verdad es que sería genial como escenario final de una campaña con personajes y unidades que han pasado por cosas y han obtenido habilidades especiales y tienen un carácter o personalidad a lo largo de la campaña.
Las reglas son para Warhammer Reforged pero todo se puede adaptar a todo, este escenario podría ser interesante en 40k, por ejemplo.
Las reglas son para Warhammer Reforged pero todo se puede adaptar a todo, este escenario podría ser interesante en 40k, por ejemplo.
Yo todavía no lo he probado así que me quito de encima toda responsabilidad si alguna regla no funciona como debería, usad estas reglas solo con objetivos lúdicos y sin moderación.
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Flug, el Ogro idiota y fan de los Kiss os presenta este escenario |
El coliseo de los Dioses
Los Dioses del Caos son
veleidosos y caprichosos y sobre todo les encantan los juegos y las
competiciones. Y si estos juegos consisten en derramamientos de sangre y
accesos de violencia súbita, mejor que mejor. En el interior del maldito reino
del caos hay una arena, tan grandiosa y gigantesca que es capaz de albergar
miles y miles de demonios en sus malditas gradas. En la arena han combatido los
ejércitos de los dioses desde el inicio de los tiempos y nunca dejarán de
luchar hasta que el propio caos colapse sobre sí mismo. En esta arena luchan
los Grandes Demonios de los Dioses con el mero objetivo de entretener. Pero, de
vez en cuando los Cuatro Hermanos malditos deciden que quieren probar la valía
de un mortal o la capacidad de sus hermanos de elegir a un combatiente elegido
capaz de vencer a sus enemigos por encima de todo.
El reino del caos es aún más
veleidoso y caprichoso que los propios dioses que allí reinan pero en este
punto es indulgente. Cada cierto tiempo los Dioses pueden traer a un mortal al
Empíreo y nombrarle (Quiera o no) campeón del Dios. En estos combates de
campeones los Dioses proporcionan armas, armaduras, equipo e incluso soldados y
guerreros que luchen codo con codo con el campeón. Muchos grandes caudillos de
los Hombres Bestia, señores del Caos o incluso algunos de los legendarios Ogros
Dragón han luchado en esta arena y gracias a ellos los Dioses han podido zanjar
disputas o conflictos de siglos, a veces sólo han luchado por mero
entretenimiento.
Ocasionalmente, el Ojo de los
Dioses se posa sobre simples mortales que no adoran al Caos. Estos son los
combates que más deleitan a los Dioses. En esta arena han luchado Elfos,
Enanos, Hombres lagarto, Hombres muertos… En el Gran Juego del Mundo Condenado
todos los seres vivos son marionetas del Caos, lo sepan o no. Los mortales que
no adoran al Caos suelen entrar al Empíreo en la noche de Geheimnisnatch,
cuando la usualmente gibosa luna esmeralda brilla malsanamente en el cielo y
los demonios campan a sus anchas por el Mundo mortal y los Dioses suelen
modificar su mente, trastornándolos y volviéndolos locos.
Los Dioses conceden todos los
deseos de los Campeones, los arman y trasforman a los demonios en macabras y
siniestras parodias de los nobles y valerosos guerreros con los que lucha codo
con codo. Los Campeones están tan locos que no se dan cuenta de que el Gran
espadero que lucha a su lado tiene dos brazos de más o que el noble elfo que
porta el estandarte de batalla en la guerra y que es su hermano de batalla
ahora hecha fuego por los ojos y tiene cola y en el estandarte el noble y
orgulloso fénix que volaba al amanecer es un engendro de carne putrefacta que oculta
la luna con su repugnante sombra. Aun así, los campeones comandan las
tropas demoníacas a la batalla, como hicieran anteriormente en las guerras de
su tierra con sus hermanos sin darse cuenta del fuego, de las mutaciones, de
que los guerreros que mata se unen alegremente a sus filas momentos después. Y
sobre todo, no se da cuenta de que lucha únicamente, para servir de diversión a
unos dioses con un sentido del humor bastante negro y un poco cotillas.
Reglas básicas del escenario
Las reglas se han dividido en
varios puntos, los recogidos bajo estas líneas serían los básicos y conforme se
va bajando van aumentando en una decadente y deliciosa espiral de locura
caótica. Recomendamos usar todas las reglas, a lo loco y pasar una tarde
divertidísima con personajes ultra poderosos dándose de palos. Si hay alguna
regla que no guste eliminadla sin piedad o añadid las vuestras como si fuerais
dioses dementes borrachos de poder.
·
Para jugar este escenario debes escoger un héroe
de tu lista de ejército. Este héroe es el campeón elegido por los Dioses y no
hay limitaciones a la hora de escoger puntos en ese héroe en concreto. Todos
los personajes y capitanes de regimiento de la partida tendrán la regla
especial Orgullo marcial.
·
Todas las unidades que puedan tener un capitán
deberán escoger esa opción obligatoriamente.
·
El recuento de puntos no es el habitual. Se consiguen puntos por unidades destruidas completamente, estandartes capturados y personajes matados.
Matar el campeón de una unidad otorga 50 puntos adicionales, matar un personaje
de la categoría Héroe otorga 150 puntos, matar un personaje de la categoría
Comandante 200.
Todos los
personajes muertos por mano del Campeón (mediante Cuerpo a cuerpo, disparo o
magia o por una huida) otorgan 100 puntos adicionales. Si uno de los dos
campeones mata al otro en un épico duelo singular mientras la batalla arrecia a su alrededor los Dioses concederán 200
puntos de victoria adicionales al vencedor, y si se sienten generosos puede que
incluso lo devuelvan a su realidad.
Colocad la escenografía al gusto aunque si hay temática caótica por todas partes, mejor todavía. Recomiendo utilizar las reglas de parajes caóticos del libro del Manual de campo para generales.
Reglas locas
·
Utiliza las reglas de construcción de tu
ejército del libro del Caos, escogiendo un Capitán, con su lugarteniente, si quieres y utilizando las unidades básicas como unidades principales
y las unidades especiales y singulares como unidades de apoyo. Si quieres
puedes incluir hasta un 33% de los puntos de tu hueste en una hueste de otro ejército aliado
utilizando la enorme y farragosa tabla de alianzas. Puedes utilizar Hermanos de
armas, Aliados de batalla, Circunstanciales o desesperados (al fin y al cabo
estás en el Reino del Caos, más desesperado no puedes estar).
·
Todos los personajes (jefes de regimiento, héroes y
comandantes) tienen la regla especial EL OJO DE LOS DIOSES. Si el campeón de
los Dioses es retirado por un resultado de 11 o de 13, la mirada se posará en
el personaje siguiente en poder (usualmente un héroe o un hechicero del
ejército), si no queda ningún personaje, la mirada pasará a un campeón de
unidad.
·
Las miniaturas de tropa y algunos de los héroes
que acompañan al Campeón son burdas imitaciones perpetradas por demonios de las tropas de la misma raza para
engañar los sentidos embotados del Campeón elegido: Todas las miniaturas del
ejército tienen la regla especial Demonio.
(Ten en cuenta que, al estar en el propio Reino del Caos los demonios no deberían
ser Inestables pero al perder el
combate, pierden la concentración y el disfraz y el héroe deja de percibirlos
como aliados con lo cual puedes usar esta regla normalmente) Los personajes pueden unirse a unidades con la regla especial Demonio gracias a ese disfraz.
·
Uno de los Dioses puede apadrinar al héroe, así pues, este portará (a veces a su pesar) la marca del Dios. El campeón y todas las unidades del
ejército portan la marca de un Dios del Caos (Mira las reglas para marcas de
los Demonios del Caos). Para elegir la marca, uno de los dos jugadores debe elegir uno de los dioses y el rival puede elegir otro o seguir la regla de Animosidad demoníaca.
Khorne es rival de Slaanesh, y viceversa;
Nurgle es el rival de Tzeentch y viceversa.
Si tu Campeón es
el Campeón de Khorne, todo su ejército tendrá su marca y tu rival será elegido
por Slaanesh y tendrá su marca. Lo mismo con Nurgle y con Tzeench. Aunque si
los jugadores se ponen de acuerdo, pueden elegir otra combinación de dioses.
Puede darse el
caso de que una miniatura obtenga una marca de un dios sin que tenga sentido
(trasfondístico o no) que la tenga, como por ejemplo, un hechicero con la Marca
de Khorne… Decididlo por lógica, de mutuo acuerdo o que hablen los dados
mediante una tirada. Es posible que Khorne se sienta magnánimo esta mañana y
haya decidido que ese mago pueda redimirse mediante su Sed de Sangre y
obligándole a declarar carga a todo objetivo subsceptible de ser cargado… No le
pongamos barreras a la imaginación, este escenario trata de esto. Imagínate a tu venerable, noble y sabio Archimago Alto elfo con su báculo dorado y su túnica blanca pura e inmaculada con la marca de Khorne en la frente y lanzándose al combate con expresión maníaca y bañado en sangre con un cuchillo oxidado que ha encontrado en el suelo. Lo divertido viene al imaginarte que ha complacido a Khorne y lo envía de vuelta a la Torre de Hoeth chorreando sangre y acordándose de todo lo que ha hecho delante de sus compañeros elfos.
Un hechicero que
no sea adorador de los Dioses Oscuros y luche en este escenario por Khorne y
aún tenga la desfachatez de lanzar hechizos sufrirá un impacto automático de F8
cada vez que saque una Fuerza
irresistible cuando lance un hechizo, de la misma forma que la regla Furia del Dios de la sangre, de la lista
Monomarca de Khorne.
·
Si el campeón es un siervo de los Dioses Oscuros
(Un guerrero del libro de ejército del Caos), utiliza las reglas para ejércitos
monomarca. La marca del caos del dios elegido es obtenida automáticamente y no
es necesario pagar los puntos marcados.
·
Como se ha dicho antes, el Campeón y el resto de
personajes son héroes secuestrados del Mundo Real y transportados al Reino de
las Pesadillas. Los Dioses del Caos siempre tienen un plan B (a pesar de que el
de Khorne es siempre cargar otra vez, pero aún más a lo bestia) lo cual quiere
decir que no hay un solo campeón por cada bando, sino que todos los
Comandantes, Héroes y Capitanes de unidad son mortales. Si el Campeón muere, el
siguiente personaje ocupará su lugar como campeón y así sucesivamente. El orden
en el que estos campeones son elegidos depende de su poder así pues, un héroe
no podrá ser elegido campeón hasta que no hayan muerto todos los comandantes y
un capitán de unidad no podrá ser elegido hasta que no hayan muerto todos los
héroes de la partida. Estos campeones otorgan puntos adicionales de la forma
descrita más arriba. Si un Personaje mata en duelo singular a un capitán de
unidad que ha sido ascendido a campeón, este otorgará 50 puntos adicionales por
capitán y 200 por ser un campeón muerto en duelo singular por otro campeón.
·
Si un ejército se queda sin miniaturas a las que
ascender a Campeón de los Dioses se pierde la partida automáticamente.
Para hacer aún más épica esta
partida
·
4 Jugadores, cada uno de ellos toma el rol de un
Dios del Caos.
·
El tablero es cuadrado y cada uno despliega en
una esquina.
·
En el centro del tablero se sitúa un portal
dimensional, esa es la salida del Empíreo al Mundo Real, ansiado por todos los
Campeones.
·
El objetivo es que el Campeón, después de haber
matado al resto de Campeones de los otros Dioses, atraviese el portal y pueda
volver a casa.
·
El portal solo se abrirá si los Dioses están
satisfechos. El primer turno el portal está cerrado. Cada turno después del
primero se lanza un dado y se compara con el contador. Este contador empieza en
8 y baja un punto cada vez que un Campeón de los Dioses (En este caso, un Héroe, Comandante o Jefe de unidad) muera. Una vez que el
contador haya bajado a 4 los Dioses empezarán a estar contentos y puede que
quieran abrir el portal. Si la tirada supera el resultado del marcador, el
portal se abrirá y el primero que llegue a menos de 5" puede huir e intentar salvarse. Para
ello deberá lanzar 1D6, con un 1-2, el campeón se convierte en un Engendro del
Caos sin mente y el jugador pierde. Puede poner una miniatura de engendro y
molestar al resto de jugadores, si quiere (¿Quién no iba a querer?). Con un resultado de 3 a 4, el
jugador se salva y huye. Con un 5 o un 6, el campeón se convierte en un Príncipe
Demonio. Siempre hay que tirar en esta tabla aunque el contador esté a cero. Trata este resultado como creas necesario según tu ejército o tus
motivaciones. Los Campeones deben haber luchado en un Combate cuerpo a cuerpo o
matado a alguien mediante magia o disparo antes de entrar en el portal.
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Solo puede quedar uno.
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Despliegue del escenario, los jugadores se desplegarían en las esquinas en gris y en el centro el portal. Colocad la escenografía como mejor entendáis. |